Absorber los rayos del sol es esencial para los niveles de vitamina D, el estado de ánimo saludable y la producción de melanina. Sin embargo, antes de exponernos al sol es importante que tomemos precauciones para proteger la piel adecuadamente.
El sol y la piel
Los rayos solares como los UVA y UVB pueden dañar la piel y causar condiciones como el envejecimiento prematuro de la piel u otras condiciones cutáneas más severas que requieren tratamiento médico. Para evitar estos daños la mayoría de la gente opta por utilizar protectores solares.
Aunque los beneficios del uso de protectores solares sean bien conocidos, muchos de los protectores solares contienen ingredientes químicos que pueden tener efectos negativos en nuestra piel y salud. Sustancias químicas como la oxibenzona, octinoxato o el homosalato pueden contribuir en la disrupción endocrina y se encuentran comúnmente en los protectores solares habituales. Por ello, mucha gente está recurriendo a alternativas más naturales para proteger la piel del sol como el aceite de coco, aceite de oliva, astaxantina y el aloe vera.
Aceites vegetales
Según un estudio del 2001 que examinaba el potencial de las hierbas para la protección solar, algunos aceites pueden utilizarse para apoyar la protección y el aspecto saludable de la piel. Los investigadores observaron que el Aceite de Sésamo resistía el 30% de los rayos UV mientras que los aceites de coco, cacahuete, oliva o semilla de algodón bloqueaban alrededor del 20%. En otro estudio, el factor de protección solar (SPF) del aceite de oliva demostró ser el más alto, aunque los aceites tienen valores SPF relativamente bajos (entre 2 y 8). Las investigaciones sugieren que estos aceites son más adecuados para periodos cortos bajo el sol en lugar de para los largos días de playa.
Aloe Vera
Aunque su uso es popular para el apoyo de la piel tras la exposición solar, el Aloe Vera también puede ofrecer una limitada cantidad de protección solar. El estudio mencionado anteriormente señala que también ha demostrado tener un efecto profiláctico si se utiliza antes, durante o tras los eventos que dañan la piel.
Astaxantina
La astaxantina es una molécula de pigmento rojo que se encuentra en las algas, el salmón, las truchas, las gambas y en muchos otros y es el carotenoide más abundante en el mundo marino. Es una fuente de antioxidantes y puede resultar útil para proteger la piel del daño solar. En un artículo del 2014 se explica que la astaxantina se acumula en la piel, dónde penetra en todas las capas cutáneas y proporciona protección frente a los rayos ultravioleta.
La astaxantina no solo ayuda en la protección de la piel frente al daño solar, sino que también contribuye en el aspecto saludable de la piel y puede tener otros beneficios potenciales para la salud.
Protectores solares minerales
Si bien los anteriores ingredientes pueden ofrecer apoyo para la correcta protección y salud de la piel en verano, es esencial proteger la piel con protectores que contengan filtros minerales capaces de crear una barrera protectora sobre la piel sin penetrar ni interferir en el organismo.
Estos protectores contienen a menudo óxido de zinc y dióxido de titanio en lugar de sustancias químicas agresivas y hay evidencias que sugieren que estos minerales ofrecen protección no solo de los rayos UVB sino también de los rayos UVA.