El primer paso para dejar esta adicción es reconocer que se padece, para luego iniciar con un tratamiento tradicional que comienza suspendiendo la toma de licor.
Esta abstinencia puede ocasionar ansiedad y posibles alteraciones en la presión arterial y el ritmo cardiaco del paciente (síndrome de abstinencia). Este síndrome suele aparecer entre las primeras 6 a 48 horas desde la última bebida.
En este momento es útil el uso de medicamentos compuestos por benzodiacepinas para controlar la ansiedad y el síndrome de abstinencia.
Si se observan síntomas leves a moderados, el paciente podrá tratarse de manera ambulatoria en el Centro para alcohólicos y regresar a casa con medicamentos y cita de control.
Cuando el caso es extremo y el paciente presenta Delirium Tremens (alucinaciones, palpitaciones, baja o alta presión, agresividad, fiebre) entre los 2 y 4 días después del último trago, debe permanecer hospitalizado en el centro médico por riesgo de muerte.
Si se logra superar la adicción el paciente deberá continuar en tratamiento para evitar recaídas.